martes, 25 de agosto de 2009

Puntes evolucion guia 2 tercer año P/D

El Puntualismo:
Es un modelo de evolución desarrollado por Niles Eldredge y Stephen Jay Gould que afirma que la evolución de grupos de organismos a tenido lugar a través de saltos y que, por tanto, la ausencia de eslabones fosilizados no se debe a las lagunas en los hallazgos de fósiles. Los organismos con determinado bagaje de características se encuentran en equilibrio con los cambios en el ambiente. Este equilibrio se vería interrumpido de vez en cuando al surgir, de improviso, nuevas formas que, de momento, no estarían adaptadas a ningún ambiente sino que lo harían de manera paulatina.
Gould considera la creación de nuevas formas entre una y otra generación, algo indemostrable mediante la paleontología. Las fases de permanencia estable en la evolución son denominadas "estasis", mientras que las interrupciones del equilibrio se denominan "puntuaciones". Los procesos de selección únicamente jugarían un papel durante la estasis, pero no durante las puntuaciones.
El núcleo del puntualismo es la tesis de la existencia de mecanismos distintos para la microevolución y para la macroevolución. La microevolución se refiere a los cambios dentro de la misma especie, y están basados en simples mutaciones genéticas cuyos efectos pueden ser ventajosos, perjudiciales o neutrales para el portador. La macroevolución está relacionada con el surgimiento de taxones, de mayor amplitud que una especie.
La teoría del gradualismo, presupone que las especies han surgido sobre la base de mutación y selección. Por el contrario, el puntualismo sostiene que en origen de los nuevos grandes grupos, pueden incidir en otros mecanismos como las grandes mutaciones que conducen a formas inadaptadas.
En genética no existe el más mínimo indicio para la aparición de grandes mutaciones que, entre una generación y su consecutiva pueden crear formas de organización completamente nuevas, muy diferentes a sus progenitores. Además unos cambios realmente grandes y súbitos del sistema empeorarían casi siempre su funcionamiento. Solo en casos contados un sistema "organismo" funciona mejor después de un cambio profundo en su constitución o en su forma de actuar. En estos casos deben existir también los correspondientes factores medioambientales que faciliten la supervivencia al nuevo organismo. Todas estas circunstancias reducen nuevamente la probabilidad de una puntuación.
Además, la supuesta gran mutación debería realizares al mismo tiempo en más de un individuo para que pudieran reproducirse. En conjunto la probabilidad indica claramente que estasis y puntuación no son un caso habitual en el transcurso de la evolución. No obstante a medida que se conocen más líneas de fósiles, se tienen más indicios de que la escala de cambio evolutivo no es constante. Por tanto, se puede decir que en la evolución de los taxones se han producido fases de cambios rápidos, alternadas con fases de relativo mantenimiento. Para poder confirmarlo debemos encontrar una línea de fósiles en la que realmente no exista ninguna laguna.
La discusión sobre el puntualismo sigue abierta, y la solución más viable podría dirigirse a la investigación de las puntuaciones. Con toda seguridad no fueron la norma. La Teoría neutralista de la evolución molecular, defendida por KIMURA (1968) y otros autores admite que la evolución de los caracteres morfológicos, etnológicos y ecológicos está gobernada mayoritariamente por la selección natural. Estos autores proponen, sin embargo, que la evolución de la mayoría de las proteínas y de los genes que las codifican se debe en su mayor parte al azar. KIMURA (1983> señala que el carácter diferenciador del Neodarwinismo es el papel central que da a la selección en la producción de diferencias genéticas entre las especies. Este punto de vista resulta del todo razonable al considerar el material hereditario como un paquete de genes, cada uno de los cuales tiene algún papel importante. Posteriormente, se ha observado que sólo un pequeño porcentaje del ADN es el responsable de la síntesis de las proteínas. Así, en el caso humano, solo el 1% del genoma está implicado en dicha síntesis (ALBERT y col. 1989), de forma que el resto del ADN no esta sometido a la selección. KIMURA propone en su teoría neutralista que la mayor parte de las substituciones mutantes no son mantenidas por una selección darwiniana positiva sino que son fijadas aleatoriamente por deriva genética, aunque este autor no renuncia a que, una vez fijadas en el tiempo, lleguen a tener importancia cuando las especies se vean sometidas a cambios ambientales. KIÑÚIRA ve confirmada su hipótesis al observar la constancia de la tasa de substitución encontrada en los ami~oieidos de las hemoglobinas PERUTZ 1983) y la de los nucleótidos de los pseudogenes LI y col 1981).

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