domingo, 28 de septiembre de 2008

Grupos sanguineos primeros años

Las sustancias extrañas que provocan la producción de anticuerpos se llaman antígenos.
La reacción antígeno-anticuerpo (la unión entre ambos) ayuda a eliminar las células foráneas de diversas formas, por ejemplo, haciendo que ellas sean más "apetecibles" para sus propios glóbulos blancos, o aglutinándolas. Un buen ejemplo de este tipo de rechazos es el que ocurre cuando se hacen transfusiones sanguíneas inadecuadas, vale decir, entre grupos sanguíneos incompatibles.
Grupos Sanguíneos: El grupo sanguíneo de una persona está determinado por la presencia de unas proteínas de la superficie de los glóbulos rojos, llamados aglutinógenos, que actúan como antígenos.
En una familia de aglutinógenos tenemos: los aglutinógenos A y los aglutinógenos B.
Los anticuerpos que reaccionan con los aglutinógenos se llaman aglutininas, y son de dos tipos: anti A y anti B
Los aglutinógenos se encuentran en la superficie de los glóbulos rojos de algunas personas, en tanto que las aglutininas las encontramos en el plasma, dando origen a cuatro grupos sanguíneos: A, B AB y O
* Grupo A: presentan aglutinógenos A en la superficie de sus eritrocitos, su plasma tiene la aglutinina anti B.
* Grupo B: posee aglutinógenos B en la superficie de sus hematíes y su plasma presenta la aglutinina anti A.
* Grupo AB: posee ambos aglutinógenos en sus eritrocitos, A y B; su plasma carece de aglutininas.
* Grupo O: sus eritrocitos carecen de aglutinógenos en tanto que su plasma contiene ambas aglutininas
Otra familia de aglutinógenos son los factores Rh, cuya presencia o ausencia en la superficie de los eritrocitos es independiente de que el grupo sea A,B,AB u O. Uno de los factores Rh determina que las personas sean Rh positivo o Rh negativo, según esté o no presente.
Las personas Rh positivas, presentan el factor Rh y carecen de aglutininas anti Rh.


Transfusión


Los intentos del hombre por reemplazar la sangre humana se remontan al año 1667, cuando se transfundió sangre de cordero en venas humanas con la esperanza de recuperar la juventud y la pureza.
Las transfusiones en seres humanos no tuvieron éxito, y en ocasiones causaron la muerte del individuo. Fue necesario que Landsteiner descubriera el sistema ABO, para lograr que las transfusiones sanguíneas se convirtieran en una práctica frecuentes en los hospitales.
En la actualidad se sabe que tanto la sangre del donante como la del receptor deben ser cuidadosamente examinadas, para evaluar la compatibilidad entre las dos.
Cuando la sangre del donante y la del receptor no son compatibles, se produce una reacción alérgica en la cual los anticuerpos del receptor atacan a los eritrocitos del donante provocando su aglutinación. Esta respuesta se conoce como reacción de transfusión y se caracteriza por la destrucción de los glóbulos rojos transfundidos, lo que puede provocar transtornos renales y accidentes vasculares serios.
Aunque existen muchos aglutinógenos en las membranas de los eritrocitos, al momento de realizar la transfusión, sólo se toman en cuenta los del sistema ABO y el factor Rh.
Además de transfundir sangre para reestablecer el volumen sanguíneo normal, se transfunden plasma y eritrocitos.
La transfusión de plasma se emplea para aumentar el volumen sanguíneo o para entregar factores de coagulación; la transfusión de eritrocitos se aplica en personas que tienen anemia severa, enfermedad caracterizada por una disminución drástica en la cantidad de estas células, y la de leucocitos y plaquetas se puede hacer si existe necesidad clínica.
Para realizar una transfusión sanguínea se debe tomar en cuenta la sangre del donante y la del receptor.
Los individuos pertenecientes al grupo O (cero) pueden donar sangre a cualquier otro grupo sanguíneo, porque sus eritrocitos carecen de aglutinógenos que puedan ser reconocidos por la sangre del receptor.
Las personas del grupo AB pueden recibir sangre de cualquier grupo, ya que carecen de aglutininas.

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